domingo, 13 de marzo de 2011

Las llaves del closet: ¿Qué se puede hacer si como padre sospechas que tu hijo es gay?

primersintoma

Creo que mi hijo es gay… Un padre y una madre aman a sus hijos, a todos por igual, y sin importar qué pueda suceder. Este es un dato certero, pero cuando un hijo emprende su vida y descubre ser algo que sus padres no comprenden o piensan no aceptar, muchas dudas nacen y marcan las relaciones, en especial cuando los padres no sospechan lo que sucede y no han contemplado siquiera esa posibilidad.
Por eso es muy importante conocer y comprender a nuestros hijos, observarlos en forma neutral, y tener en mente y en todo momento que ellos son personas independientes, que ellos son lo que son y nada más que eso. Es necesario que siempre tengamos en cuenta que este despertar sexual es un evento traumático para nuestros hijos. Y es que la conformación como persona independiente, el camino hacia la adultez y el despertar sexual son, de por sí, eventos arduos de ser comprendidos por cualquier persona (¡recuerda que incluso nos ocurrió a nosotros mismos!). Pero cuando la homosexualidad se hace presente, nuestro hijo podría rechazar su propio ser, y es por eso que debemos estar allí para ayudarle a comprender, y para hacerle sentir querido y aceptado a todo momento, sin importar qué suceda.


Sin embargo, y al mismo tiempo, debemos procurar darle su espacio, no presionarlo, sólo acompañarlo y dejar que él o ella sea el o la protagonista de su propia historia. Muchos padres dudan entre la confrontación, la interrogación… o quizás la ignorancia. No debemos ignorarlo, ni pensar que “sólo se trata de una fase o una moda”, pero sí debemos estar atentos, pues él podría necesitar de nuestra ayuda en cualquier momento. Lo ideal es aprender a respetar su espacio, y saber que cuando nuestro hijo se sienta preparado, nos hablará al respecto.

De cualquier modo, podemos hacer algunas cosas para hacerle saber que es libre de iniciar esta charla. Por ejemplo, es muy buena idea debatir sobre el tema de la homosexualidad abiertamente, quizás comentar sobre alguna película, en las novelas de la tarde o en el periódico, y ver cómo reacciona nuestro hijo al respecto. Incluso podemos dejarle saber sutilmente que la homosexualidad no es un evento horripilante: que es algo que aceptamos y respetamos. Luego, quizás se inicie una charla al respecto, pues entonces procura utilizar frases suaves y amigables, algo así como “¿alguna vez te preguntaste si podrías ser homosexual o bisexual?”. Tampoco será necesario que completes estas frases con tus propias experiencias, pues lo más probable es que nuestro hijo no tenga deseos de saber esta información en un momento de intriga personal. Un buen consejo es que debes aprender a evitar los cuestionamientos directos y crudos como “¿oye, eres gay?”, pues pondremos a nuestro hijo bajo la línea de fuego, haciéndole sentir presionado… justamente lo que no deseamos hacerle.

Y bien, si la respuesta obtenida es un rotundo y sonoro “NO”, tan sólo deja el tema de lado, y no lo presiones. Ten en mente que quizás tu hijo aún no ha aceptado su sexualidad, o peor aún: que no sea gay, que sólo se trate de una breve confusión… ¡tanto suya como tuya!

Este es un tema por demás difícil de tomar, es muy privado y personal, y debe ser asumido al ritmo de tu hijo siempre, sin excepciones. Es por ello que la mejor idea siempre es hacerle saber qué tan amado y aceptado es, y que sin importar lo que sea o lo que pase, va a seguir siendo tu amado hijo.

POR ALFREDO CARRION

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